domingo, 24 de mayo de 2009

Heimat

Bochum cambia increiblemente de color cuando hace sol. Ayer paseaba por la ciudad con los cascos puestos y las gafas de sol, y me dí cuenta de que las ciudades eran más bonitas con buen tiempo.

Ayer me tomé un café sola en la terraza del starbucks y volví a cuatro años atrás cuando en mi segundo año universitario en Madrid, el día de mi cumpleaños me senté en la terraza de esa misma cafetería en la Gran Vía, el sol quemaba mi piel y yo pensaba en todas las oportunidades que me daría esa ciudad.

Es curioso como repetimos muchos elementos para volver a sentir lo mismo pero, el esencial es completamente distinto y hace que todo cambie por mucho que intentes repetirlo. Pero es inevitable intentar volver a sentir momentáneamente esa sensación tan reconfortante.

Las canciones son el ejemplo más parecido, da igual donde estés, dan igual los años que hayan pasado que hay canciones que consiguen hacerte feliz porque en algún momento escuchándolas lo fuistes o todo lo contrario, hay algunas que se vuelven prohibidas porque te destrozan el alma.

Ya estoy cerca del cuarto mes aquí y me encantaría sentirme un habitante más pero es imposible. Las cosas son tan distintas a todo lo que conocía que cuesta sentirse como en casa.
Pero supongo que ese es el problema, que esta no es mi casa.

Estoy aprendiendo a sobrevivir...


But I'm a creep,
I'm a weirdo
What the hell am I doin' here?
I don't belong here
I don't care if it hurts,
I wanna have control
I want a perfect body
I want a perfect soul

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