viernes, 22 de mayo de 2009

Tristezas hermosas

Ayer tomé tortilla española, queso curado, chorizo y vinito español con la península ibérica al completo. Desde Cataluña hasta Andalucía pasando por Madrid y regresando a tierras galegas. (sólo faltaban las islas...)

Fue una noche realmente divertida donde la chispilla del vino blanco marcó las grandes carcajadas de la noche pero me quedo con una reflexión hecha por Marc sobre el destino que más o menos fue algo así:

"No creo en que haya un destino fijado o predeterminado pero sí que creo que nosotros mismos nos lo forjamos a través de nuestras decisiones. Y cada decisión es la que nos conduce a nuestro propio destino".

La conversación siguió su curso entre tonterías, bromas y más anécdotas pero, me gustó su reflexión y me hizo pensar en que eso que decía era terriblemente cierto. Últimamente todo lo que me rodea (o lo que nos rodea a los que estamos aquí) está sujeto a un un hilo de Ariadna muy fino.
Y a cada paso que damos nos alejamos o nos acercamos a lo que fuimos una vez (o por lo menos en mi caso es así).
Desde hace un tiempo pienso que quizás esté haciendo trizas todo lo que había planeado durante mucho tiempo por haberme marchado y haber decidido que quiero seguir fuera durante algún tiempo pero, soy consciente de ello y ya no me duele.

Algunas tristezas son muy hermosas y yo estoy viviendo en una de ellas...

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