jueves, 16 de abril de 2009

Era estupendo quemar...

Ayer estuve escribiendo uno de esos cuentos raros y sin pies ni cabeza que me gustan a mí.

Voy a quemar toda mi ropa de playa para no saber cómo volver a Barajas, voy a quemar Barajas para olvidarme del camino de regreso a casa. Escribiré postales con frases encriptadas y dejaré huellas de vino en lugar de sellos. No sé que dirá el cartero...

Contaré un, dos, tres y otra vez, un, dos, tres hasta que sepa decir vier, fünf und sechs.

Pero no lo terminé, estaba cansada y no encontraba demasiada calidad en él. Mala señal que me ponga a escribir, buena señal que todavía no sea bueno lo que escribo.

Hoy he descubierto un videoclip maravilloso. Se titula Grapevin fire (algo así como vid incendiada) es de Death Cab for Cutie y me hizo gracia porque al fin y al cabo “Nosotros quemamos hasta que son cenizas y luego quemamos las cenizas. Éste es nuestro lema oficialFarenheit 451

Que lo disfruten

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